No más “copy/paste” en tus términos y condiciones, tu presencia digital merece estrategia.
Lo digital ya no es un canal adicional, es el corazón de cómo las empresas se presentan, interactúan y hacen negocio. Y aunque muchas invierten miles en diseño, branding, publicidad, comunicación, tecnología o automatización, hay un área crítica que suele quedar olvidada o resuelta con un par de clics y son los textos legales.
Sí, hablamos de esos famosos “Términos y Condiciones”, “Política de Privacidad” y “Política de Cookies” que casi siempre se transcriben de una plantilla genérica en internet. El resultado son textos mal adaptados, incoherentes a la operación real del negocio y que, en lugar de proteger, exponen.
¿Por qué importa? Porque si tu empresa está en internet, está visible, disponible y, sobre todo, vulnerable. Cada formulario que recoges, cada botón de compra, cada sistema de registro genera un compromiso legal. Y si ese compromiso no está bien definido, los riesgos no son imaginarios: pueden convertirse en multas, reclamos, pérdida de confianza o incluso sanciones reputacionales.
¿Y la política de privacidad? No puede seguir siendo un “copiar y pegar” de otro país, otra empresa, o peor aún, de hace cinco años. Debe explicar, de forma sencilla y honesta, cómo manejas los datos personales, quién accede a ellos y qué opciones tiene el usuario. Lo mismo con las cookies, no es solo un banner bonito, es parte del pacto de transparencia que tus clientes esperan.
Y eso no es todo. En un entorno donde todo lo que produces en digital tiene valor, desde una “landing page” hasta contenidos descargables o un software propio. No proteger tu propiedad intelectual digital pondrá en riesgo tus activos. En internet, lo que no se protege, se copia, se distorsiona o se pierde. Definir bien lo que te pertenece y cómo quieres licenciarlo es parte de tener control sobre tu marca.
¿Tu empresa ya usa inteligencia artificial para automatizar, segmentar o personalizar? Entonces también necesita comunicarlo con responsabilidad. Hoy más que nunca es fundamental explicar qué hace la tecnología y qué no, advertir sobre posibles errores, sesgos o malentendidos, e incluir un “disclaimer” claro que gestione expectativas. Esto no solo te protege, te posiciona como una empresa seria y consciente del impacto de sus herramientas.
En resumen: la presencia digital necesita estructura, no improvisación para proteger la reputación, la credibilidad y la capacidad de escalar sin fricciones.
En @GallegosValarezoNeira (GVN Digital), ayudamos a empresas a crecer online sin contingentes. Revisamos, diseñamos y actualizamos los textos legales de su página web y le ayudamos a construir una presencia digital con base sólida, confiable y alineada a su negocio.
Tu empresa no es un “copy/paste”. Tus políticas tampoco deberían serlo.