Con 4.300 expositores y 309 compañías de 160 países, territorios y regiones, El “Consumer Electronic Show” 2025 congregó en el Centro de Convenciones de Las Vegas, a lo más selecto de la innovación dentro de la industria tecnológica, donde sobresalieron como siempre la robótica y la automatización, campos que están redefiniendo los paradigmas fundamentales de nuestra sociedad, trazando un horizonte tecnológico que fusiona innovación con responsabilidad. Esta transformación tecnológica, más allá de su dimensión puramente técnica, está gestando un nuevo ecosistema donde la regulación y la ética juegan un papel tan crucial como la propia innovación.
En el ámbito industrial, la integración de sistemas robóticos avanzados está revolucionando los procesos productivos, pero también está generando nuevos desafíos regulatorios. La implementación de estas tecnologías requiere un marco normativo robusto que contemple no solo aspectos técnicos, sino también la responsabilidad legal en casos de fallos o accidentes. Los sistemas automatizados, por muy avanzados que sean, operan en un contexto donde la claridad en la atribución de responsabilidades es fundamental para garantizar la seguridad y la confianza.
El sector de la salud ejemplifica perfectamente esta dualidad entre innovación y regulación. Los sistemas robóticos quirúrgicos y los diagnósticos basados en IA están revolucionando la medicina, pero su implementación debe navegar un complejo entramado de regulaciones sobre privacidad de datos médicos y responsabilidad profesional. La protección de datos sensibles en estos sistemas no es solo una obligación legal, sino un imperativo ético que debe guiar su desarrollo e implementación.
En el campo de la movilidad y la logística, la emergencia de vehículos autónomos y drones comerciales está generando nuevos paradigmas regulatorios. Las normativas para el uso de drones, por ejemplo, deben equilibrar la innovación con la seguridad pública, estableciendo marcos claros para su operación en espacios urbanos. Los contratos y licencias para estos sistemas deben contemplar no solo aspectos operativos, sino también consideraciones sobre responsabilidad y seguros.
La automatización en el sector servicios está creando nuevos escenarios donde la interacción entre humanos y máquinas requiere marcos contractuales innovadores. La gestión de disputas en este contexto emergente demanda un entendimiento profundo tanto de la tecnología como del derecho, especialmente en casos donde los sistemas automatizados toman decisiones con consecuencias legales significativas.
Un aspecto particularmente relevante es la protección de datos en sistemas robóticos y automatizados. La cantidad masiva de información que estos sistemas recopilan y procesan requiere políticas de privacidad robustas y mecanismos de protección que cumplan con estándares internacionales. La compliance en este ámbito no es solo una cuestión de cumplimiento legal, sino de construcción de confianza con los usuarios.
La resolución de disputas en el contexto de la robótica y la automatización está emergiendo como un campo especializado que requiere “expertise” tanto técnica como legal. Las controversias pueden surgir no solo por fallos técnicos, sino también por interpretaciones divergentes de contratos o por cuestiones de responsabilidad en sistemas autónomos.
El futuro de estas tecnologías dependerá no solo de su sofisticación técnica, sino de nuestra capacidad para interpretar y ayudar a crear marcos regulatorios que fomenten la innovación mientras protegen los derechos fundamentales. Para asistir en ello, Gallegos, Valarezo & Neira está en permanente evolución. La verdadera medida del éxito residirá en cómo equilibramos el potencial transformador de la tecnología con la necesidad de garantizar su uso ético y responsable.